Los elefantes o elefántidos (Elephantidae) son una familia de mamíferos placentarios del orden Proboscidea perteneciente a Paenungulata. Antiguamente se clasificaban, junto con otros animales de piel gruesa, en el orden, ahora inválido, de los paquidermos (Pachydermata). Existen hoy en día tres especies y diversas subespecies.
Contenido
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* 1 Especies actuales
* 2 Características y comportamiento
* 3 Realidades y mitos
* 4 Taxonomía
* 5 Referencias
* 6 Enlaces externos
Especies actuales [editar]
Los elefantes actuales se clasifican en dos género distintos, Loxodonta (elefantes africanos) y Elephas (elefantes asiáticos, que incluyen las siguientes especies y subespecies:[1]
* Elefantes africanos (Loxodonta). Se diferencian dos especies:
Elefante africano de sabana o matorral (Loxodonta africana).
Elefante africano de la selva (Loxodonta cyclotis).
* Elefantes asiáticos (Elephas maximus). Una sola especie con tres o cuatro subespecies:
Elefante de Sri Lanka (Elephas maximus maximus).
Elefante indio (Elephas maximus indicus).
Elefante de Sumatra (Elephas maximus sumatranus).
El elefante de Borneo (Elephas maximus borneensis) y el elefante de Malasia (Elephas maximus hirsutus) son clasificados actualmente como Elephas maximus indicus.[1]
Muchas especies se han extinguido, siendo el mamut el más conocido.
Características y comportamiento [editar]
Presentan una prolongación nasal muy desarrollada, denominada probóscide (comúnmente conocida como trompa), que gracias a su desarrollada musculatura les permiten utilizarla a modo de mano para agarrar objetos y comida. Los elefantes también poseen colmillos, grandes dientes que salen de su mandíbula superior. Los colmillos de elefante son una gran fuente de marfil, pero debido a la creciente rareza de los elefantes, casi toda la cacería y tráfico son ahora ilegales. Los colmillos del elefante pueden pesar hasta 120 kg y tener hasta 3 m de longitud, aunque lo normal es que midan menos de 1 metro. Estos colmillos no son dientes caninos, sino incisivos extremadamente largos y el marfil es la dentina que los forma.
Otra de las características principales de los elefantes es que poseen unos grandes pabellones auditivos (mayores en el elefante africano que en el asiático). La principal función de estas orejas es la termorregulación del animal. Al estar muy vascularizadas permiten un correcto enfriamiento de la sangre, que en animales de ese volumen sería difícil conseguir por otros medios.
Vista comparativa con el ser humano (1860)
Se alimentan casi exclusivamente de hierbas, cortezas de árboles y algunos arbustos, de los que pueden llegar a ingerir 200 kilogramos en un día. Son los mamíferos terrestres más grandes en la actualidad, en orden a su tamaño y peso. Un macho adulto africano puede llegar a pesar 7.500 kg, aunque el récord conocido es de más de 12.000 kg[cita requerida]. Viven generalmente hasta los 60-70 años aproximadamente.[2] La población del elefante se ha triplicado en los últimos seis años[cita requerida].
El elefante produce una variada gama de sonidos, con los cuales expresa diversas emociones. El más conocido de estos sonidos es el barrito, que hace cuando está asustado. También utiliza infrasonidos, lo cual le permite comunicarse con individuos situados a varios kilómetros de distancia. Estos sonidos, de frecuencias de hasta tan sólo cinco hertzios, se transmiten, además de por el aire, a través del terreno, pudiendo ser detectados mediante las patas antes de llegar al oído del animal, al ser la velocidad de propagación del sonido mayor en el suelo que en el aire. Este desfase en la recepción del sonido podría servir al elefante para estimar la distancia a la que se encuentra su congénere.
Es el mamífero con el tiempo de gestación más largo, 22 meses y con un peso 115 kg en su nacimiento.
La piel presenta delgados pliegues que, entrecruzándose, le dan un aspecto reticulado. El pelaje está representado por unos pocos pelos aislados y esparcidos por el cuerpo, algo más espesos alrededor de los ojos, en los labios, en la mandíbula inferior, en el mentón y en la parte posterior del dorso; por su parte el extremo de la cola ostenta un delgado plumero en forma de pincel.
Les gusta estar en manadas. Se revuelcan en el lodo para evitar las picaduras de mosquitos.
Realidades y mitos [editar]
En general suele relacionarse al elefante con la buena memoria, y estudios realizados por la Universidad de Sussex en Kenia, dirigidos por la doctora Karen McComb, parecen confirmarlo. Estudiando las comunicaciones entre elefantes del Parque Nacional Amboseli, en Kenia, los investigadores llegaron a la conclusión de que estos animales eran capaces de reconocer la llamada de más de cien individuos diferentes[cita requerida]. Al parecer, estos sonidos, similares a un gruñido agudo, pueden servir para identificar a los demás individuos y formar parte de